El barco fue creado por el gobierno anterior para albergar a personas que buscaban asilo mientras se procesaban sus solicitudes.
El nuevo gobierno laborista del Reino Unido ha anunciado que dejará de alojar a solicitantes de asilo en el país en un controvertido barco de alojamiento a partir del próximo año, en un intento por eliminar una acumulación de solicitudes de asilo.
El barco Baby Stockholm, con capacidad para 500 personas, se puso en servicio el año pasado bajo el gobierno conservador, con el objetivo de reducir el coste del alojamiento en hoteles para los solicitantes de asilo mientras se procesan sus solicitudes.
El Ministerio del Interior británico dijo el martes que el uso de la barcaza finalizaría una vez que expire su contrato en enero.
El Ministerio del Interior añadió que ampliar el uso de Baby Stockholm habría costado más de 20 millones de libras (26 millones de dólares) el próximo año.
El barco, anclado frente a Dorset, se ha convertido en un símbolo destacado de la estricta política de asilo del Reino Unido bajo el gobierno del Partido Conservador, y los activistas de derechos humanos lo comparan con un barco prisión y critican su uso como inhumano.
Un hombre murió a bordo del barco el año pasado y otro problema de contaminación del agua obligó al gobierno a rechazar a los solicitantes de asilo durante varias semanas.
El anuncio del gobierno laborista es parte de sus esfuerzos para reformar el sistema de asilo del Reino Unido al reanudar el procesamiento de solicitudes para decenas de miles de inmigrantes que, según dice, quedaron en el limbo y en riesgo de deportación bajo la política anterior.
Desde que asumió el poder, el nuevo gobierno encabezado por el Primer Ministro Keir Starmer también ha descartado un plan conservador para enviar a Ruanda a cualquier solicitante de asilo que llegara al Reino Unido en pequeñas embarcaciones.
La ministra de Asilo y Seguridad Fronteriza, Angela Eagle, dijo: «Estamos decididos a restablecer el orden en el sistema de asilo, para que funcione de forma rápida, firme y justa; y garantice que las normas se apliquen correctamente».
La ministra del Interior británica, Yvette Cooper, dijo el lunes que los cambios en el sistema de asilo ahorrarían a los contribuyentes aproximadamente 7 mil millones de libras (9 mil millones de dólares) en los próximos 10 años.
